XIV Reunión Nacional de Facultades de Ingeniería

Nos encontramos a escasos cinco años de iniciar el Siglo XXI y el tercer milenio de la civilización actual lo cual significa, entre otros, que los bachilleres que ingresen en 1995 serán los primeros egresados del próximo siglo y veinte años más tarde, serán quienes tendrán la responsabilidad de dirigir el país.

Pensadores, entre quienes podemos nombrar a Paul Kennedy y Alvin Toffler, se han preocupado en anticipar cómo serán los escenarios dominantes del próximo siglo y ambos coinciden en que éstos estarán determinados por las tecnologías de la información y las ingenierías dominantes serán aquellas que hayan logrado incorporar mayor cantidad de estas tecnologías. Serán importantes, por ejemplo: la Biotecnología, los Biosensores, la Automatización, el Procesamiento de la Imagen y la Robótica. La revolución informática cambiará para siempre la manera en que la gente trabaja, compra y se relaciona, es la revolución digital a la cual hace referencia Toffler en su último libro, Las guerras del futuro. 

Esta revolución, que marcará la vida del próximo Siglo o por lo menos su primer cuarto, conduce necesariamente a las denominadas «Infovías» o «Superautopistas de información» siendo Internet el paradigma. Son supercarreteras que trascienden las fronteras y permiten la comunicación en «tiempo real» entre varios puntos alejados no importa donde en el planeta.

Otra característica de esta revolución digital dominante en este futuro próximo es la Multimedia, es decir, la integración de datos, voz, texto y gráficos. Hasta hace muy poco estas tres formas de información se procesaban separadamente, pero en la medida en que fue posible su digitalización, se hizo factible su integración. Hoy dos profesionales, en diferentes puntos del planeta, pueden intercambiar a la velocidad de la luz documentos que contienen estas cuatro formas de información.

El profesional y el educador de la ingeniería no estarán ajenos a estos desarrollos y deberán desempeñarse en un ambiente dominado por las tecnologías de la información las cuales les serán completamente transparentes. La educación para la ingeniería del Siglo XXI tendrá que contemplar estos aspectos como determinantes en la forma de aprender del futuro profesional y también como herramientas fundamentales para el desempeño profesional.