El doctor Álvarez Lleras nació en 1885 y murió en 1952. La suerte del Observatorio Astronómico Nacional cambia en 1930 con la llegada a la presidencia de la República de Enrique Olaya Herrera y a la dirección del instituto la del ingeniero Jorge Álvarez Lleras. La muerte de Julio Garavito Armero, su director entre 1891 y 1920, deja el Observatorio en manos de extranjeros por una decisión gubernamental, a pesar del trabajo de discípulos de Garavito Armero como Álvarez Lleras. Con el decreto 1806 de 1930 expedido por Olaya Herrera, se reorganiza todo el instituto, otorgándole a Álvarez Lleras la responsabilidad de continuar la labor de su maestro. Además de discípulo, Jorge Álvarez Lleras fue compañero de trabajo de Garavito Armero. En febrero de 1916, con ocasión de un eclipse total de sol, se conforma una comisión para su estudio a cargo de Garavito Armero. Son visitadas, entre otras, localidades como Bucaramanga, Medellín y Quibdó. Cuando la comisión decide instalarse por un tiempo en Puerto Berrío, Álvarez Lleras, en compañía de Julio Garzón Nieto, Santiago Garavito y otros ingenieros, produce el intercambio de señales telegráficas que permite la comunicación entre Bogotá y Medellín. Al poco tiempo prepara junto al propio Garavito Armero los resultados de la investigación, publicados en las páginas de los Anales de Ingeniería.
Como director del Observatorio implementa un instrumento clave en la historia del instituto: el bitelescopio de reflexión, útil para el estudio del eje polar y la rotación terrestre. Bajo su administración, en el año de 1936, se incorpora el Observatorio a la Universidad Nacional. Álvarez Lleras es el fundador de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, y también de la revista publicada con el mismo nombre, en donde aparecen trabajos de Garavito Armero, inéditos hasta entonces. Miembro de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, Jorge Álvarez Lleras continuó su labor a cargo del Observatorio Astronómico Nacional por casi dos décadas. Renuncia en el año de 1949 y es reemplazado por Belisario Ruiz Wilches, después de dos años de trabajo en precarias condiciones de salud. Muere un lustro después. La biblioteca de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito lleva su nombre.
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